En medio del debate sobre el nuevo tipo de cambio para la soja como estímulo para la liquidación de divisas, es importante corrernos del eje para analizar otros sectores económicos que aporten, no solo al ingreso de dólares, sino también a la generación de valor agregado y a la creación de puestos de trabajo de calidad.
La semana pasada se anunció un acuerdo para incentivar las exportaciones de la industria automotriz a través de una reunión entre el Ministerio de Economía y representantes del sector empresarial. La medida establece una alícuota de 0% para las exportaciones incrementales lo que resulta en un alivio fiscal para el sector automotriz.
De esta manera, tanto terminales automotrices como las empresas autopartistas solo pagarán derechos de exportación con las alícuotas actuales hasta alcanzar el monto de las ventas al exterior facturadas en 2020 (4,5% o 3%), una vez superado, tributarán 0% para el excedente del valor de lo exportado durante 2020.
Si bien, la medida está vigente desde diciembre de 2021 por medio del Decreto 831/2021, debido al impacto positivo en la competitividad del sector automotriz, se decidió ampliar su vigencia hasta el 31 de diciembre de 2022.
El incentivo no solamente beneficia a las terminales automotrices exportadoras, sino también a la cadena productiva que involucra el sector, desde los insumos siderúrgicos y partes metalúrgicas, hasta los servicios industriales de transporte, almacenamiento y logística.
Otro paso importante en la promoción del desarrollo industrial automotriz fue la aprobación, por parte del Senado de la Nación, de la Ley de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz, Autopartista y su Cadena de Valor. La Ley impulsa la producción, el empleo y la inversión del sector y su entramado productivo. El proyecto contiene beneficios tributarios como la devolución anticipada del IVA, amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias y derechos de exportación del 0% hasta diciembre de 2031, extendiendo la medida indicada anteriormente. Además, declara a la industria automotriz autopartista como «industria estratégica» del país.
La industria automotriz representa una de las actividades más importantes de la economía argentina por su capacidad para generar valor y puestos de trabajo de calidad. Las terminales automotrices se caracterizan por ser un sector de industria atomizada, con un número reducidos de empresas de capital extranjero. Mientras que, la actividad autopartista cuenta con un amplio entramado de fabricantes locales, en su mayoría MiPyMEs, que suministran productos elaborados y con alto valor agregado.
En términos de empleo, el sector genera más de 70.000 puestos de trabajo directos y representa el 6% del empleo industrial. Además, ocupa cuarto lugar entre las ramas industriales de mayor remuneración y se encuentra un 44% por encima del promedio de la industria en los tres primeros trimestres de 2022, según los datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE).
El dato relevante, considerando la coyuntura actual y la problemática en cuanto a la acumulación de divisas, es que es un sector altamente exportador. Representa el 33% de las exportaciones de manufacturas de origen industrial y el 8% de las exportaciones totales, según el informe de julio de Intercambio Comercial Argentino (ICA) publicado por INDEC.
Mientras que, en términos de cantidades, en lo que va del año se exportaron casi 163.000 vehículos, entre automóviles y comerciales livianos. Sin embargo, el sector exporta un 43% menos que en mismo período de 2011, año de pico máximo, según los reportes de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). Y de aquí, la importancia que se deriva de incentivar el potencial del perfil exportador del sector.
Tanto el sector automotriz, como el sector de autopartes registran un crecimiento sostenido en su nivel de producción desde marzo de 2021, con ciertas fluctuaciones en las comparaciones mensuales, pero con aumentos en términos interanuales. Si bien, la producción de automóviles y utilitarios registró un incremento de 28% durante los primeros siete meses de 2022, todavía se encuentra un 38% por debajo del nivel de producción de 2011. Por su parte, el sector autopartista, mantiene un buen desempeño en términos productivos, aunque con una desaceleración en el ritmo de crecimiento durante los últimos meses de 2022. Si bien acumuló un aumento de 3,5% en los primeros siete meses del año, aún presenta niveles de actividad inferiores a los registrados durante el mismo período de 2019, según datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).
Bajo este contexto, es importante destacar la alta capacidad productiva del sector y la relevancia de potenciar el perfil exportador, teniendo en cuenta su incidencia en el empleo industrial y en la incorporación de puestos de trabajo calificados. Además, el sector cuenta con una alta propensión a la innovación tecnológica, integran mejoras productivas e incorporan nuevos productos. De esta manera, también es un sector estratégico para incorporar a un modelo de industrialización por sustitución de importaciones.
Por Yanina Busquet. Publicado originalmente para BAE Negocios